En 1593 se volvió a desarmar a los moriscos aragoneses. Se contabilizaron: 8.000 arcabuces, 10.000 espadas, 20 cascos y otros tipos de armas. Por aquel entonces -principios del XVI, la población morisca aragonesa se estima en unos 14.100 fuegos (alrededor de 70.000 personas).
Rechazados por todos los estamentos religiosos, civiles y populares por la proximidad turca en el Mediterráneo, el odio hacia ellos cada ez era más patente, lo que conllevaría su expulsión pocos años después (1609 en Castilla y 1610 en Aragón). La mayoría se refugiaron en el norte de África y llegaron a construir poblados con casas al estilo español.
La expulsión de los moriscos aragoneses fue muy perjudicial para Aragón, pues se quedaron abandonados pueblos enteros como Muel, donde salieron 1.000 vecinos, Naval, Miedes, Villafeliche, Calatorao, Alfamén, Bardallur, donde solo quedó el párroco y dos vecinos (no se sabe con exactitud si fueron dos fuegos), Almonacid...Este abandono afectó a las tierras, al deterioro de los canales de riego, a la inactividad artesana...y, en general, a la economía. Tardarían varios años en producirse las repoblaciones proveniente de varias partes de la península e, incluso, del extranjero.
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