EL JEFE DEL AIRE

      LOS GENERALES "ENEMIGOS" DE FRANCO

Tras participar en el alzamiento contra la República, se enfrentaron al caudillo para evitar que se perpetuara en el poder y restablecer la Monarquía, pero acabaron desterrados, encarcelados o desquiciados

Hoy empezaremos por el que, durante toda la contienda, se encargó de la Jefatura del Aire: Alfredo Kindelán Duany y, en días sucesivos iré tratando a otros militares contrarios al poder único de Franco. De ascendencia irlandesa y nacimiento cubano, tuvo al mando toda la aviación del ejército sublevado, incluida la Legión Cóndor alemana y la Aviación Legionaria italiana. Es decir, el fue el encargado de dirigir todos los bombardeos que se llevaron a cabo durante la Guerra Civil por el bando rebelde. En un principio, apoyó a Franco de forma incondicional, pero después, le criticó que no se concentrasen todos los ataques en la zona norte y ser el culpable de que la Batalla del Ebro durase tanto tiempo, por lo que era más partidario de los métodos de Mola, de una guerra rápida y no una de desgaste como la que se llevó a cabo por orden del más tarde Dictador Perpetuo. Terminado el conflicto, Kindelán fue muy crítico con Franco y lo trataba como a un igual (era capitán general) y creía que este periodo era una regencia hasta restaurar la monarquía en la figura de Alfonso XIII. En un principio, se le propuso como ministro del Aire, pero Franco lo humilló y nombró a Yagüe para tal cargo y desplazó a Kindelán a la región catalana. 

Franco se alinea con la Alemania nazi, pero  Kindelán, a pesar de todo, se muestra proclive a los aliados de la Segunda Guerra Mundial y forma parte del Estado Mayor de la conspiración monárquica contra Franco. Kindelán simpatizaba con el gobierno del Reino Unido hasta tal punto que los británicos lo utilizan (y para ello le sobornan)​ para presionar a Franco a restaurar la monarquía y así forzar a España su neutralidad durante la guerra mundial. El 13 de diciembre de 1941 la embajada alemana se quejó de que Kindelán hubiese invitado al embajador del Reino Unido a su palco del Liceo de Barcelona.

Franco lo nombra en 1941 Capitán General de Cataluña para equilibrar las distintas facciones militares y, sobre todo a Serrano Suñer y la Falange. Más tarde, Franco, que duda en participar en la guerra mundial y que si lo hace, es posible un golpe de estado en favor de la monarquía, nombra a Kindelán Director de la Escuela Superior del Ejército y miembro de la Academia de Historia. Considerado cabecilla de una rebelión para instaurar la monarquía con Juan de Borbón al frente, es desterrado -Franco, en un principio quería encarcelarlo- a Canarias y al cumplir 70 años, pasa a la  reserva. A su vuelta a Madrid recibe la Medalla Aérea, ingresa de nuevo en la Academia de la Hª y le es otorgado el título de marqués de Kindelán en 1961. Al año siguiente moriría en Madrid.