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lunes, 1 de abril de 2019

LOS DUQUES DE MONTPENSIER


Luis Felipe de Orleans fue proclamado rey de Francia tras la Revolución de 1830 por aclamación popular, tras sublevarse los parisinos y, en especial, los estudiantes en contra del absolutismo borbónico de Carlos X. Fue conocido como "el rey de las barricadas".
Luis Felipe planificó cuidadosamente el matrimonio de sus hijos y, más en concreto de Antonio, al que pretendía casar con Isabell II, pero por motivos políticos y otras circunstancias, se tuvo que conformar con su hermana Luisa Fernanda. Este enlace, sin embargo, fue concebido como un primer paso para escalar al trono de España. La entrada de Montpensier en Madrid fue impresionante, pues había combatido en Argelia y entró vestido de mariscal y con el distintivo de la Legión de Honor, contando solo 22 años.  La infanta, de 14 años,  quedó encandilada con él.
Luisa Fernanda de Borbón

Por otro lado, se concertó el matrimonio de Isabel II con su primo hermano Francisco de Asís de Borbón, un joven cuya orientación homosexual era vox populi, como ponen de manifiesto los motes y las coplas de la época.
Plato conmemorativo de la doble boda de Isabel y Luisa Fernanda realizado en loza por la casa William Adams & Sons hacia 1846. Título: Spanish Marriage, Museo del Romanticismo

El casamiento de las dos hermanas se produjo simultáneamente el 10 de octubre de 1846 en el Salón del Trono del Palacio Real madrileño. Los Duques se trasladaron a París, pero en 1848 se estableció en Francia y Luis Felipe tuvo que huir a Inglaterra. Los Duques también intentaron quedarse allí, pero no eran del agrado de la reina Victoria y decidieron establecerse en Bélgica, pero allí tampoco fueron bien venidos. Así que volvieron a España y se establecieron en Madrid, pero ante las intrigas de Montpensier, que pretendía el trono de España, fueron enviados a Aranjuez, pero se consideró que estaba demasiado cerca de la corte y los desplazaron a Andalucía. Los duques, al quedarse sin herencia de Luis Felipe por haber sido confiscados sus bienes,  exigieron la herencia de Fernando VII y con ese dinero y joyas y la venta del palacio de Vista Alegre, intentaron comprar el palacio de Carlos V en Granada o el Generalife, algo que se les negó. 

Entonces de hicieron con el palacio de San Telmo sevillano (en la imagen) donde establecieron su residencia. Visitaban El Puerto de Santa María, como ya comenté, y después se decidieron por Sanlúcar, donde adquirieron mansiones y fincas gracias a la desamortización. También se hicieron con propiedades en Castilleja de la Cuesta (casa de Hernán Cortés) y en otras localidades. En Sevilla organizaban grandes fiestas, realizaban grandes donaciones benéficas y se rodeaban de la alta burguesía y de artistas y literatos ilustres, compitiendo con la corte madrileña.

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