domingo, 21 de julio de 2019
CAZÓN EN ADOBO PORTUENSE EN LA LUNA
Un año antes de que Buzz Aldrin fuese recluido para su aventura espacial del Apolo XI junto a sus compañeros Amstrong y Collins, visitó a un viejo amigo en la Base Naval de Rota. Durante su estancia, lo trajeron a El Puerto para que viese la plaza de toros y otros monumentos de la ciudad.
Al salir de la entonces Prioral -aunque él era presbiteriano convencido- se fijó en el bar-freiduría "Apolo", en la calle Palacios y propuso comer allí. Por sugerencias del camarero, se zampó una ración entera de cazón en adobo que, al parecer, le impactó, hasta el punto de que, según cuenta en el libro que sobre él escribió With Ken Abraham, describe la ternura precisa de cada mordisco, la textura del rebozo y el sabor a mar, ajos y a especias reunidos en una conjunción perfecta.
De tal calibre fue la experiencia culinaria, que pidió a su amigo roteño y a la NASA que, entre los objetos que iba a depositar en la Luna fuese una muestra de bienmesabe portuense. Así que el preciado pescado recorrió 384.400 km antes de ser depositado en la superficie lunar.
Aldrin volvería a Rota tras dos años paseándose por el mundo entero con sus dos compañeros como si fueran un espectáculo de feria, cayó en el alcohol y le entró una gran depresión. Su amigo Cassidy le preparó una gran fiesta musical y él se lo agradecería de por vida.
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1 comentario:
Creo que debería citar la fuente “Gente del Puerto" y el autor, Ángel Mendoza, dado que, como está redactado e incompleto, puede inducir a error.
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