EL JEFE DE LAS FUERZAS DE ÉPILA EN 1936

Mantengo contactos con varias personas que se interesan por la represión franquista en los primeros días de la sublevación. Uno de ellos, me ha facilitado el nombre del jefe de las tropas de Épila que estuvo presente en la constitución del nuevo Ayuntamiento de Bardallur el 1 de agosto de 1936. Conocíamos que su nombre era Luis González, pero, no lográbamos identificar sus otros apellidos debido a que su firma, reflejada en el acta extraordinaria del pleno del día mencionado. era bastante enrevesada. Mi contacto ha dado con ello y el sujeto se llamaba  Luis González Álvarez de Ron, por aquel entonces teniente de caballería.

Algunos miembros de la familia Álvarezde Ron en su casa de campo asturiana

He investigado un poco y el noble apellido Álvarez de Ron procede de la zona asturiana próxima al río Eo (Castropol, por ejemplo), aunque también los hay en algunas regiones del norte de Castilla. Por aquel entonces, la Academia de Caballería estaba ubicada en Valladolid, por lo que deduzco que allí se formaría el represor de la zona de Valdejalón que estaba al frente de tropas del ejército, milicias falangistas y de la CEDA y guardia civil -el comandante del puesto de Épila en el 36 era, al parecer, un cabo de nombre Martínez y, allí donde los de verde se sumaron a los sublevados, triunfó el alzamiento militar contra la demócrata República.
Desconozco de dónde procedería el tal Luis González, posiblemente vino con las tropas de Zaragoza del cuartel de Caballería de Castillejos entre el 19 y 21 de julio -días en los que, según Ballarín Aured, la comarca fue controlada- pues en Calatayud no creo que hubiera ningún destacamento de caballería.
El 8 de agosto del 36, acompañó al alcalde Sobreviela y a un grupo del vecindario epilense a Zaragoza a dar gracias a la Virgen del Pilar, práctica que se solía hacer en mucho pueblos en aquellos primeros días. Lo grotesco del asunto es que, al día siguiente, el que fuera primer alcalde de Épila, el veterinario Alfonso Gaspar, miembro de la Unión Republicana (UR) durante la República, fue fusilado en Calatorao por un pelotón falangista.

El sujeto en cuestión fue ascendiendo en el escalafón y en 1972 se le nombró general de brigada y se le distinguió, además, con la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, distinción creada por Fernando VII para premiar a los militares de caballería que se habían comportado valerosamente en el campo de batalla.