Fernando VII, Mª Crisina de Borbón y...
Al ser una niña, se ocupó de la regencia su madre, Mª Cristina de Borbón-Dos Sicilias hasta 1840.
En el transcurso de estos años y, más en concreto el 6 de julio de 1835, se produjo un motín anticlerical en Zaragoza. Ya en abril, una multitud se había dirigido al palacio Arzobispal al grito de ¿Muera el arzobispo, muera el cabildo! en protesta por la decisión del prelado de acusar a dos clérigos de llevar una vida licenciosa. Ante el despliegue de tropas, los manifestantes se dirigieron al hacia el convento de la Victoria donde fueron asesinados 4 frailes y en el de San Diego, dos más.
Por orden del capitán general, el arzobispo Bernardo Francés Caballero (en la imagen)abandonó Zaragoza con escolta militar y se refugió en Francia. En los días siguientes abandonaron precipitadamente la ciudad 114 clérigos absolutistas.
Se ha sugerido que detrás del motín habría sobre todo motivaciones económicas: la abolición del diezmo (décima parte de la producción) que cobraba la Iglesia y la desamortización (paso a manos privadas) de sus bienes.
Pero el motín más grave fue el que se produjo el día 6 de julio. El día antes, una compañía al mando del teniente Pover tuvo un amago de pronunciamiento a favor de la Constitución de 1812, pero fue sofocado y el oficial arrestado. Al día siguiente, miembros de la milicia urbana zaragozana, junto a numerosas gentes de las clases populares, exigieron la libertad del detenido, difundiendo proclamas contra el gobierno. Ante la negativa del capitán general, la multitud se lanzó en busca de absolutistas y clérigos regulares y, como consecuencia de ello, murieron 11 frailes de diferentes órdenes. Como respuesta, Pover y otros 7 militares, así como varios de los amotinados, fueron fusilados.
Las causas hay que buscarlas, sobre todo en el pago de los diezmos, al que los campesinos se negaban a contribuir. Por aquel entonces, la Iglesia zaragozana poseía, al menos, una quinta parte de la riqueza de Aragón, lo que podía ser la causa de la oposición popular hacia los representantes de la Iglesia y además, una parte del clero regular, y sobre todo el arzobispado, estaba implicado en actividades antigubernamentales.
Tras el motín se produjo la desbandada del clero regular, lo que permitió plantear de inmediato la supresión, cuando menos, de los conventos destruidos... acallando, en parte, los ardientes deseos de esta población sobre la reforma de regulares y la supresión de los conventos. La respuesta gubernamental fu declarar el estado de excepción, pero era evidente que la revolución liberal acaba de empezar y, años más tarde, la regente pasó de un absolutismo moderado a un estado liberal.
Pero el motín más grave fue el que se produjo el día 6 de julio. El día antes, una compañía al mando del teniente Pover tuvo un amago de pronunciamiento a favor de la Constitución de 1812, pero fue sofocado y el oficial arrestado. Al día siguiente, miembros de la milicia urbana zaragozana, junto a numerosas gentes de las clases populares, exigieron la libertad del detenido, difundiendo proclamas contra el gobierno. Ante la negativa del capitán general, la multitud se lanzó en busca de absolutistas y clérigos regulares y, como consecuencia de ello, murieron 11 frailes de diferentes órdenes. Como respuesta, Pover y otros 7 militares, así como varios de los amotinados, fueron fusilados.
Las causas hay que buscarlas, sobre todo en el pago de los diezmos, al que los campesinos se negaban a contribuir. Por aquel entonces, la Iglesia zaragozana poseía, al menos, una quinta parte de la riqueza de Aragón, lo que podía ser la causa de la oposición popular hacia los representantes de la Iglesia y además, una parte del clero regular, y sobre todo el arzobispado, estaba implicado en actividades antigubernamentales.
Tras el motín se produjo la desbandada del clero regular, lo que permitió plantear de inmediato la supresión, cuando menos, de los conventos destruidos... acallando, en parte, los ardientes deseos de esta población sobre la reforma de regulares y la supresión de los conventos. La respuesta gubernamental fu declarar el estado de excepción, pero era evidente que la revolución liberal acaba de empezar y, años más tarde, la regente pasó de un absolutismo moderado a un estado liberal.
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