Como el sonido de la piedra
Ahora mismo, tengo la muerte presente.
Es guardián celoso, está aquí delante.
Como está quieta, callada y fría,
da la sensación de que está dormida.
Parece que no existe,
parece que no la notas,
aparentemente no la percibes,
pero como niebla densa, todo lo invade.
Como poderosa tirana te obliga,
a veces, te obliga a mirarla con fijeza.
Entonces se aprovecha de la situación
y llena tu mente de imágenes duras.
De situaciones vividas o soñadas,
de recuerdos lejanos, distantes,
pero que te dejaron bastantes huellas.
Huellas de una vida imaginada o pasada.
Sin querer, la tristeza te domina;
ahora, nada parece igual,
parece que, por momentos, flotas.
En un instante, encuentras tu vida vacía.
Y parece que caes en un pozo al que no le ves fondo,
ya empiezas a notar la caída, ansiedad y esperas…
Esperas, como esperas el sonido que hace la piedra,
el sonido que hace con el agua del pozo al chocar.
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