Cuando vamos a Chiclana -ayer fuimos a una comida familiar-, una vez pasado Puerto Real nos encontramos con dos denominaciones de lugares un tanto peculiares. Señales en la carretera nos anuncian la salida para el Barrio Jarana y el Meadero de la Reina.
Para algunos, el nombre del primero es debido a que allí había varias ventas donde los señoritos de la capital iban a correrse las juergas nocturnas, aunque hay quien dice que no tiene nada que ver, pues estiman que es una voz peruana y que puede proceder de algunos que regresaron de las Indias. En castellano se atestigua la Sacrana Romana, de donde multitud de ánforas salieron para colmar el monte Testaccio en Roma, y la Xarrana musulmana. Lo que sí destaca en este barrio son las famosas"casas del ingeniero" o iglús, un sistema de viviendas llamado “vivienda vicam” ideado por el industrial e ingeniero Luffini y recogidas en el Inventario de Bienes Reconocidos del Patrimonio Andaluz como bienes inmuebles de arquitectura modernista o contemporánea.
El Meadero de la Reina, por su parte, es otra barriada que debe su nombre al famoso episodio en el que la Reina Isabel II, un 3 de octubre de 1862, a la vuelta de un despesque, se sintió indispuesta y pidió al carruaje que parase para aliviar su vientre.
Desde entonces, y gracias al famoso hecho, el lugar pasó a denominarse “El meadero de la Reina” debido a que algún curioso vecino atisbó el Real despliegue de medios para dicho acontecimiento. Anteriormente el lugar se llamaba “El descansadero de la venta caída”, pero ante semejante suceso no tuvo más remedio que tomar el nombre de tal acontecimiento.
Otro día os hablaré de los Pozos de las Malas Noches y de la barriada de "Los Chinchorros" de Cádiz.
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