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domingo, 18 de septiembre de 2011

LA BATALLA DE ZARAGOZA



Durante la Guerra de Sucesión Española las grandes potencias europeas del momento (Francia y Austria) se enfrentaron para luchar por el liderazgo de Europa y, por supuesto, para conseguir la Corona española y todos sus territorios europeos y de ultramar.


Una de las batallas de la contienda fue la Batalla del Monte de Torrero (Zaragoza) que tuvo lugar el 20 de Agosto de 1710.
En esta batalla 20.000 soldados de un bando (franceses, soldados de Corona de Castilla y Aragón, italianos, irlandeses y walones -belgas francoparlantes-) se enfrentaron con 25.000 del otro (Austria, también soldados de Castilla y Aragón, ingleses, alemanes, austriacos, portugueses, holandeses y hugonotes – franceses protestantes-).
La batalla se extendió desde el monte de Torrero hasta el actual Barrio de las Fuentes. El saldo de la misma: 8000 bajas en el ejercito borbónico (Francia) frente a 2000 en el de los austracistas, que fueron los vencedores de la contienda.
La Guerra de Sucesión acabó en 1714 con la victoria definitiva del ejercito borbónico de Felipe V, y supuso que España dejase de ser una potencia europea con la pérdida de los Países Bajos, Nápoles, Cerdeña y Milán a favor del imperio Austriaco.

Ayer, en Puerto Venecia, conmemoraron el acontecimiento acaecido hace 301 años.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

También supuso la perdida de los fueros y su "independencia política" de todos los territorios de la antigua Corona de Aragón. Los borbones, que eran franceses, eran centalistas a tope y unificaron los territorios españoles.
Aquí casi ni se sabe de la perdida de los fueros, pero en Cataluña lo tienen bien presente.

J.I.D. dijo...

En efecto, el 29 de junio de 1707, el rey Felipe IV de Aragón, V de Castilla, decretó la derogación de los Fueros de Aragón y Valencia en castigo porque estos reinos, oficialmente, habían defendido la causa del pretendiente austracista al trono durante la guerra de Sucesión española. Instituciones tales como las Cortes, la Diputación del General del Reino, el Justicia Mayor y su tribunal o corte, la multisecular forma de gobierno municipal aragonés, concejo general, biconsejo, jurados, consejeros, etcétera, con su autonomía y, a veces, con su independencia, quedaron abolidas. La Real Audiencia también fue reformada, adaptándose al estilo de las chancillerías de Valladolid y de Granada. Aragón siguió manteniendo el título de reino pero de una forma testimonial. Pasó, pues, a ser una región dependiente de las leyes castellanas.