Si fuéramos listos, nos apresuraríamos a comprar, en defensa propia,
el libro que Zapatero ha comenzado a vender a través de la tele. De ese
modo, nos ahorraríamos una promoción cuyo acto inaugural en El
objetivo, de la Sexta, logró sobrecogernos. ¿Habló usted con
Merkel?, le preguntaba una y otra vez, con paciencia infinita, Ana
Pastor. Lo cuento en el libro, respondía Zapatero con toda la cara.
De modo que lo cuenta en el libro. Ha esperado dos años para hacer público, previo sustancioso anticipo económico, lo que nos debía a todos los españoles, le votaran o no, les decepcionara usted o no, les gustara o no. Llevamos dos años esperando una explicación a aquel “cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste”. Por cierto, que, seamos rigurosos, a usted no le ha costado nada, usted ha escrito su dilema al fuego del salario del Consejo de Estado y demás momios que le corresponden por su cargo, excargo, o lo que sea. No tardarán en llamarle de una eléctrica, quizá la misma de la que ya cobra su exvicepresidenta. Pero usted no se imagina el frío que hace fuera, no se hace idea de las corrientes de aire que circulan por los patios desolados de este país en ruinas. Usted rompió el contrato con los contribuyentes, se cargó cualquier posibilidad electoral del PSOE, entregó los trastos a Rajoy, se lavó las manos y se marchó a cenar.
Ahora bien, si cuenta en El dilema las mismas naderías que en el programa de Ana Pastor, ensalzando por un lado las virtudes de la democracia y reconociendo por otro que a veces hay que suspenderla (es lo que usted hizo) por causas de fuerza mayor, se lo podría haber ahorrado, sobre todo si, como insinúa el título, exhibe en él un problema de orden moral. Pero no se apure, lo compraremos a pares para ahorrarle y ahorrarnos la promoción, a cuyo prólogo asistimos el domingo pasado.
Juan José Millás en www.elpais.com
De modo que lo cuenta en el libro. Ha esperado dos años para hacer público, previo sustancioso anticipo económico, lo que nos debía a todos los españoles, le votaran o no, les decepcionara usted o no, les gustara o no. Llevamos dos años esperando una explicación a aquel “cueste lo que cueste y me cueste lo que me cueste”. Por cierto, que, seamos rigurosos, a usted no le ha costado nada, usted ha escrito su dilema al fuego del salario del Consejo de Estado y demás momios que le corresponden por su cargo, excargo, o lo que sea. No tardarán en llamarle de una eléctrica, quizá la misma de la que ya cobra su exvicepresidenta. Pero usted no se imagina el frío que hace fuera, no se hace idea de las corrientes de aire que circulan por los patios desolados de este país en ruinas. Usted rompió el contrato con los contribuyentes, se cargó cualquier posibilidad electoral del PSOE, entregó los trastos a Rajoy, se lavó las manos y se marchó a cenar.
Ahora bien, si cuenta en El dilema las mismas naderías que en el programa de Ana Pastor, ensalzando por un lado las virtudes de la democracia y reconociendo por otro que a veces hay que suspenderla (es lo que usted hizo) por causas de fuerza mayor, se lo podría haber ahorrado, sobre todo si, como insinúa el título, exhibe en él un problema de orden moral. Pero no se apure, lo compraremos a pares para ahorrarle y ahorrarnos la promoción, a cuyo prólogo asistimos el domingo pasado.
Juan José Millás en www.elpais.com
1 comentario:
Muy bueno Millás, pero no pienso comprarlo.
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