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miércoles, 4 de junio de 2014

HOY COMEMOS

MALARMAO A LA PLANCHA
El malarmao es un pescado de lo más curioso. Parece que se ha quedado anclado en el tiempo, como si fuera del Paleolítico. Su cabeza recuerda a la de un marisco y su piel recuerda a la de un reptil. Sin embargo, a pesar de que el pobre es bastante feo, para que vamos a disimular, su carne es exquisita y recuerda a la del marisco, del que se alimenta.

Ingredientes (para dos personas)

  • 2 malarmaos grandecitos.
  • Aceite de oliva virgen extra.
  • Sal gorda de salina.
Elaboración
El malarmao es un pescado que, por sus características admite pocas formas de cocinarse. La mejor de ellas es  Para ello, la mejor es a la plancha. Pide en la  pescadería que le hagan una incisión en la piel detrás de la cabeza y siguiendo su espina hasta la mitad del lomo aproximadamente. El objeto es que luego, al hacerlos a la plancha, se le meta por ahí la sal. El pescado se pone en la plancha “a la cochambrosa”, es decir, como se le llama en por aquí cuando el pescado se hace a la plancha sin quitarle las vísceras. No habrá problemas porque luego las vísceras quedan bien separadas de la carne, que es lo comestible. Poco antes de comer se pone una plancha a calentar y cuando esté bien caliente se pone el pescado, con la sal y untado en aceite de oliva. Se hace por los dos lados hasta que la piel quede ligeramente dorada y se sirve. Como guarnición pueden ir bien, servidos por separado, unos pimientos asados o unos tomates aliñados con aceite, vinagre, sal y orégano.

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