CRÓNICA DEL DÍA 30

Debido al asunto de la batería, no pude colgar agunos post, aunque con menos vigencia, aquí están.

Hoy me he levantado a las 6 debido a que ayer me acosté más temprano de lo normal. Tampoco el día 30 es digno de gran mención. Tras elaborar la comida, fui al Ayuntamiento y despaché con la Vicen asuntos relacionados con pagos de agua y basura. Al terminar fui al bar. Saludé a Luis Sierra y me fui al “puesto que tengo allí”. Colgué unos cuantos post y tomé unos vinos con el Polito, el Santos, el barbolero Chema, que ahora es el zabacequias, y Manolo el Careto. Cambiamos los cupones de la ONCE premiados y nos fuimos a comer. Me tapiñé las judías verdes con patatas, apañadas con ajo y aceite de oliva virgen extra y me puse a ver la tele. Por supuesto que me quedé traspuesto una media hora, cosas de no dormir bien cuando hay que hacerlo. Salí para el bar y me encontré con el Santos (de Urrea), Manuel (Careto) y el cura indio Shivu que intercambiaban “guasap” cual adolescentes que adolecen. Al poco nos fuimos a Plasencia a comprar  lotería y a tomarnos un vino en el bar del Pabellón. Duramos poco debido a que una madre desidiosa dejaba a sus anchas a un grupo de niños y niñas (supongo que sus hijos) que no pararon de “dar por culo” con silbatos, gritos, pelotitas…con la complacencia del dueño del local que no se coscó en momento alguno. Yo he vivido de los niños y soy bastante permisivo, pero todo tiene un límite. En este local vimos perder al Madrid contra el Milán y nos trasladamos al bar de las piscinas de Urrea. Gran afluencia de tiones debido a la presencia femenina detrás de la barra. Nos bajamos al bar del Chispa y merendamos un poco, como el día anterior. Se unió mi hermano Fernando y, ya un poco cansado, me retiré a casa. Cené la sopica de pescado –excelente- y me puse a ver el partido de baloncesto que enfrentaba al líder Unicaza con el Real Madrid. Gran encuentro con prórroga incluida que se llevó el equipo malagueño. Tras esto, vi un poco más la tele –hice “zapping” por los pocos programas que se ven- y me acosté.