GRANADA, DÍA 5.

El día 5 estuvimos en Granada viendo a mi hijo Nacho. Lo encontramos con muy buen aspecto y muy sonriente y dicharachero. Habíamos quedado para comer en un restaurante al que normalmente vamos, pero estaba a rebosar, con cola de más de media hora, así que optamos por irnos a otro, en concreto a uno italiano llamado "Il Gondoliere", uno de los establecimientos más grandes de la ciudad. También tuvimos que esperar unos 20´ debido al numeroso público. Ese día todo Granada estaba en la calle. El hotel estaba cerca, nos fuimos a descansar un rato y salimos para ver la cabalgata de Reyes pues Nacho quería hacer alguna filmación y unas fotosn con su nuevo Sony. Ni que decir tiene que los bares del centro estaban abarrotados, lo que nos obligó a desplazarnos hacia la zona de Alhamar, que estaba un poco más descongestionada. Sobre las 11:30 p.m. y, después de contarnos y contarnos cosas y más cosas de Tokyo, nos despedimos. Quedamos en vernos pronto, bien en El Puerto, bien en Granada. Todavía le queda retahíla. Por cierto, dice que se va otra vez; está claro que le gusta la ciudad y el "modus vivendi".

En la imagen de arriba, dos generaciones esperan poder comerse unos spaguettis al forno en "Il Gondoliere" -imagen de abajo-.