Aquí, en España, pese a la guindilla, el pimentón picante y los pimientos del Padrón (todosCapsicum Annum), no estamos demasiado acostumbrados al picante. Todo pasa por acostumbrar el paladar: no se trata de cometer bestialidades e incendiarse la boca, como he visto hacer a tantos amigos latinoamericanos, pero hay platos que agradecen ese punto picante de algunos ajíes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario