El día de ayer fue un tanto
anodino. Madrugué un poco y una vez
desayunado, me preparé una sopa depurativa para eliminar toxinas y dar un
descanso al cuerpo de los excesos de días anteriores. Sobre las 11:30 subí a Épila
a ver a mi hermano Joaquín. Estaba en su taller reparando un apero de labranza
gigantesco perteneciente a la finca La Serreta. No pude ver a mi cuñada
Pili, pues había ido al fisio por haber
sufrido un esguince. De allí me fui al banco y tomé rumbo a Bardallur. Nadie en
el bar. Leí un poco el Heraldo y fue llegando clientela: Santos, el de Urrea; Chema, el zabacequia
barbolero y el Manolo, presidente de la Peña “La Güitrera”. Tomamos unos vinos
con una banderilla de huevo relleno de escabeche con mayonesa, un langostino y
una aceituna, obsequio del “Chispa”. A la 1 entraron a comer los
inseminadores de una megagranja de
cerdos que hay en el monte de Plasencia. Después de comer, el Manolo y yo
bajamos al Alcampo a comprar la bebida para el fin de año y tras dejar la
compra en la Peña, nos fuimos al bar. Yo
me puse a trabajar un poco en el blog y Manolo a leer el periódico. Fue
llegando gente, el Alfonso, el Arilla, el Pablo, mi hermano Fer, el Octavín y
algunos jóvenes desconocidos para mí. Nos tomamos unos vinos y una rastra de
longaniza y, a las 10 nos fuimos cada uno a nuestras respectivas casas. Cena –merluza a la plancha que compré
en el Alcampo a precio irrisorio, creo que estaba equivocado-, un poco de tele
y a dormir.
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