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miércoles, 7 de diciembre de 2016

MAGERIT


Ayer en el fb leí que Madrid es la única capital europea de origen y nombre árabe y no es así. Según los últimos estudios y excavaciones, se han hallado restos carpetanos y romanos, pero es muy probable que los árabes aprovecharan un vicus (poblamiento) visigodo para erigir una atalaya que sirviera para controlar la frontera de la Marca superior. El nombre también parece provenir del mozárabe Matrice y los musulmanes lo transformarán en Magrit o Magerit (arroyo).
La conquista de Madrid por parte de Alfonso VI, rey de León y Castilla, en el 1083 se hizo de un modo sigiloso, sin levantar revuelo ni atraer demasiado la atención de los toledanos o de sus belicosos vecinos de las taifas zaragozana y valenciana, en aquellos momentos muy mal avenidas con los castellanos. 
En lugar de asediar la ciudad, encaramada a un altozano con vistas al Manzanares y dotada de respetables murallas, Alfonso se aproximó de noche en absoluto silencio. Entonces, un grupo de soldados escaló la muralla, la franqueó y abrió las puertas al cuerpo principal del ejército, que se precipitó dentro de la ciudad, haciendo una escabechina.
El rey, que había bajado a caballo desde Ávila para ser testigo del asalto, se quedó sorprendido al ver la agilidad gimnástica con la que los soldados escalaban por la muralla. "Anda, míralos, parecen gatos" cuentan que dijo orgulloso a uno de sus ayudantes. La frase, probablemente apócrifa (de dudosa autenticidad), cosechó fortuna y hoy  los madrileños son apodados como "gatos". 
Aquella de 1083 fue la última noche del Magerit andalusí y la primera del Madrid cristiano. Los musulmanes fueron expulsados del recinto y obligados a asentarse fuera de la muralla, concretamente en la zona de la Almudena, mientras que los castellanos lo hicieron en la zona conocida como Las Vistillas. 
Es a partir de este momento cuando Madrid comienza un proceso lento -pero constante- de crecimiento en su territorio, población e influencia, que abarca todo el periodo medieval hasta situarse a fines del siglo XV como una de las principales ciudades de Castilla. En 1561 pasó a ser la capital del Imperio y, salvo el traslado de la capitalidad a Valladolid (1601-1606) y a Valencia (1936-1939), durante la Guerra Civil española, su capitalidad continúa hasta nuestros días.

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