Galletas sí, galletas no...
Acabo de leer este artículo en el "Heraldo de Aragón" sobre las meriendas que dan en algunos hospitales. Como he tenido la desgracia de vivirlo en directo durante 12 días, no me queda otro remedio que dar la razón al firmante y a los apoyantes a sus reivindicaciones pues es tal como se relata. Ya sabréis, quizá, que en los centros hospitalarios, las comidas se suelen servir a horas tempranas (9:00, 13:15, 17.00 y 20:30, aproximadamente). La merienda de las 17:00 horas, suele ser la descrita: Café descafeinado con leche desnatada y dos paquetes de galletas maría de 6 unidades/paquete.
Yo hacía años que no me metía una galleta de este tipo. Las odiaba. Cuando estuve interno en el Seminario de Zaragoza no creo que el postre nocturno, tras la cena, fuera otro que el de tres terrosas galletas maría que mojábamos en un vaso de agua para poder ingerirlas. Pero el destino me esperaba casi 50 años después para servirme la venganza en forma circular. Total, que me he enganchado a estos puñeteros dulces que intento dejar y mitigar comprando unas que pone 0/0 azúcares añadidos, pero que contiene, prácticamente, las mismos ingredientes que las corrientes, salvo el asuntillo ese del azúcar. He aquí de qué están hechas:
Harina de trigo, edulcorantes (jarabe de maltitol, sucralosa), grasas vegetales -no pone cuál, pero será de coco o de palma- (antioxidante E-320), jarabe de oligofructosacaridos, gasificantes (bicarbonatos amónico y sódico), sal, extracto de malta, aromas y agentes de tratamiento de la harina (metabisulfito sódico) y además puede contener trazas de huevo, leche y soja. Además un consumo excesivo puede tener efectos laxantes.
El artículo completo lo podéis leer pinchando en el título.
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