SEMÍRAMIS O SAMMURAMAT
Salmanasar III venció a todos sus oponentes, pero no de forma definitiva, lo que unido a los problemas dinásticos a cuenta de la sucesión de qué hijo sería el siguiente rey acarreó la disputa entre ellos que hizo que el reinado recayese en manos de la viuda del menor, la reina Sammuramat. Esta novedosa circunstancia asombró de tal manera a los pueblos circundantes que hasta los griegos crearon el propio mito de Nino, al que consideraban el primer rey asirio y fundador de Nínive. A su muerte, su esposa Semíramis, a la que se le otorga el poder durante 42 años, sería la gran reina que intentaría ampliar sus fronteras hasta la India, aunque no lo pudo conseguir. También los griegos consideraban a Semíramis como la artífice de Babilonia y de sus famosos jardines colgantes y de no sé cuantas obras de gran ostentosidad en la ciudad. Sin embargo, y a pesar de los cientos de obras literarias que se han escrito sobre la "famosa reina", nada es verdad, todo es fruto de la imaginación.
La verdadera reina histórica fue Sammuramat, que solo gobernó 8 años y no con gran brillantez. Sus vecinos la respetaron, pero poco a poco fueron creciendo a costa del letargo asirio. Ururtu se hizo fuerte en la zona septentrional; también Israel dominó su parte sometiendo Siria y Judá, pero Asiria no había muerto y despertó de la mano de Teglatfalasar III.
(En la imagen, pintura idealizada de los "Jardines de Babilonia").
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