1921, entró en vigor por Real Decreto de Alfonso XIII y bajo el gobierno de Eduardo Dato, el seguro obligatorio para todos los trabajadores con objeto de que tuvieran una pensión en la vejez y comprendería entre los 16 a los 65 año, siempre que el sueldo no excediera de 4.000 pesetas anuales.
Los seguros se materializaban mediante una cartilla de ahorro que cada individuo tenía que tener, ingresando 3 pesetas, 0,01 €, al mes. Lo que le llevaría a percibir después de los 65 años una pensión de 365 pesetas, 2,19 € al mes.
Este fue el inicio de un seguro que se ha ido modificando dependiendo de los gobiernos que han ejercido su autoridad.
Cuando llegó la II República, el contenido se amplió mucho más, pues sus principios básicos se basaban en la legislación social y en la implantación de derechos sociales y económicos como: El seguro de enfermedad, paro forzoso, accidente, invalidez y muerte, vacaciones anuales remuneradas, etc. No obstante no se pudo hacer mucho, pues su tiempo de duración fue escaso.
Sabemos que en la dictadura franquista no hubo una reforma laboral intensa hasta 1963, que fue cuando el régimen entró en su decadencia después de más de 20 años de duras reglamentaciones laborales y salariales con muy bajos niveles de consumo y de servicios colectivos y con un estricto control político de las esferas asalariadas.
Luego con la transición todo comenzó a cambiar de nuevo, las elecciones libres, sindicatos libres, constitución nueva y el aperturismo al mundo, hicieron del seguro obligatorio algo que tenemos por derecho.
Si te interesa leer el texto íntegro de 1921, puedes hacerlo en el enlace de abajo.
http://fama2.us.es/fde/ocr/2007/reglamentoGeneralParaElRegimenObligatorio.pdf
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