La muerte del general Balmes (a la derecha, en la imagen) "accidentalmente" o "negligentemente" -según el relato oficial- benefició notablemente las maniobras de Franco para poder desplazarse a Canarias al entierro del militar adepto a la República. ¿Cómo es posible que un experimentado general se ponga el arma en la barriga para desencasquillar una pistola y que esta se disparara fortuitamente? Todo apunta a que lo quitaron de en medio en un crimen, hasta ahora, perfecto.
Sanjurjo, que iba a ponerse al frente de la sublevación, se despide de su mujer y otras personas antes de partir hacia Burgos desde Estoril, donde estaba exiliado, tras salvarse de ser ejecutado por llevar a cabo la conocida como "Sanjurjada" en 1932 contra el gobierno legítimo de la República.
El experimentado piloto Juan Antonio Ansaldo era un acérrimo falangista que fue un héroe de guerra por sus intervenciones en África. Todo indica a un sabotaje, pero según el parte oficial, el accidente ocurrido el 20 de julio de 1936 no pudo despegar adecuadamente debido al peso del equipaje del general. Otra "casualidad" que benefició a Franco.
Otro coup de chance para "Franquito", como así lo llamaban los generales -excepto Queipo de Llano, que le decía "Paquita la Culona"- fue el fusilamiento del líder de Falange José Antonio Primo de Rivera el 20 de noviembre de 1936. Tres adversarios que desaparecieron por "casualidades" dela vida. Más adelante, en 1937, cayó el Director, el general Mola, también en un accidente de aviación.
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