LAS CASAS-CUEVA DE ÉPILA

Zona de las cuevas

Épila tiene un entramado urbanístico peculiar, ya que posee dentro del municipio unos cabezos habitados con casas-cuevas o, también, bodegas vinícolas. Los cabezos son: Cabezo Castillo, Manolín, Paños, Ballesteros y Calvario. Estas casas cueva y bodegas vinícolas, son irregulares en su planta al ser excavadas en el cabezo, según su función. La peculiaridad de estas construcciones permite tener constante una temperatura interna y conservarse caliente en invierno y fresca en verano, razón por lo que se valoraban para la comodidad de las personas y la elaboración del vino. Esta forma de trogloditismo se da también en otra localidades de Valdejalón, en La Rioja  o en las provincias orientales andaluzas.

Típica cueva epilense

Me ceñiré exclusivamente a las casas cueva. Estas se picaban según el número de habitaciones, teniendo la cocina normalmente en la entrada, donde había una mejor aireación de gases y menos tierra que escavar para la chimenea. Desgraciadamente, en la actualidad muchas de ellas se encuentran en un estado ruinoso, destartaladas y con graves inundaciones provocadas por un inadecuado y deficiente plan de asfaltado de los caminos y saneamiento Cuando se dotó a la zona de los cabezos de red de vertido y agua y se asfaltaron los caminos, esta acción de asfaltado  produjo en las cuevas un daño no contemplado, ya que las cuevas respiraban por los caminos que les pasaban por encima, eliminando el exceso de humedad y manteniendo el microclima de la cueva. 

En la actualidad se hallan ocupadas, la mayoría de forma irregular, por la comunidad gitana. Sufren un estado de deterioro que implica la compra por parte del ayuntamiento de las cuevas con problemas de inundación de particulares, para su derrumbe. Hay, por supuesto, cuevas adecentadas donde habitual u ocasionalmente vive gente que cumple con el reglamento urbanístico y, como pasa en otros sitios, han sufrido ampliaciones exteriores para mejorar la confortabilidad de sus moradores.