Es muy triste y duro lo que ha pasado en Madrid. Los ancianos que han muerto, los médicos que se han enfrentado a situaciones dantescas y los bomberos que tuvieron que sacar de sus casas a los que murieron solos. Hay ambiente de depresión y miedo, excepto algunos jóvenes y unos pocos descerebrados, el resto estamos intentando digerir lo que ha pasado. El otro día la medica de familia del ambulatorio me pedía, por favor, que ayudáramos a difundir "la enorme tragedia que han vivido. me explicaba que se había ido llorando a casa más de un día, desgraciadamente he tenido que acompañar a más de un paciente en los últimos momentos de su vida. Mis compañeros de baja, jornadas de 15 horas, fines de semana.No teníamos medios ni materiales ni humanos. Desde el 2008 nos recortaron todo, las mareas blancas consiguieron parar algo, pero nos dejaron sin recursos" Ahora una pandemia brutal viene a hacer mella a un árbol que estaba casi caído. Imposible salvar todas las vidas y, en el fragor de la batalla hay que solucionar. Creo que el desgarro social es porque todos nos sentimos culpables de haber tenido que dejar morir a nuestros mayores. Porque eso es inmasticable. Por lo menos que aprendamos que una sociedad que da la espalda a los servicios públicos, es una sociedad que no piensa más allá de sus narices.
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Es muy triste y duro lo que ha pasado en Madrid. Los ancianos que han muerto, los médicos que se han enfrentado a situaciones dantescas y los bomberos que tuvieron que sacar de sus casas a los que murieron solos.
Hay ambiente de depresión y miedo, excepto algunos jóvenes y unos pocos descerebrados, el resto estamos intentando digerir lo que ha pasado.
El otro día la medica de familia del ambulatorio me pedía, por favor, que ayudáramos a difundir "la enorme tragedia que han vivido. me explicaba que se había ido llorando a casa más de un día, desgraciadamente he tenido que acompañar a más de un paciente en los últimos momentos de su vida. Mis compañeros de baja, jornadas de 15 horas, fines de semana.No teníamos medios ni materiales ni humanos. Desde el 2008 nos recortaron todo, las mareas blancas consiguieron parar algo, pero nos dejaron sin recursos"
Ahora una pandemia brutal viene a hacer mella a un árbol que estaba casi caído. Imposible salvar todas las vidas y, en el fragor de la batalla hay que solucionar.
Creo que el desgarro social es porque todos nos sentimos culpables de haber tenido que dejar morir a nuestros mayores. Porque eso es inmasticable.
Por lo menos que aprendamos que una sociedad que da la espalda a los servicios públicos, es una sociedad que no piensa más allá de sus narices.
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