Elijamos un número de tres cifras. Sea, por ejemplo, el 123.
Añadamos ese mismo número a continuación para obtener un nuevo número de
seis cifras, es decir, 123.123. Ahora dividámoslo por 7, por 11 y por
13. ¿Qué ha ocurrido? Ha ocurrido que hemos obtenido el mismo número con
el que empezamos, el 123. Se puede comprobar que procediendo de este
modo, con cualquier número de tres cifras ocurrirá lo mismo.
La causa que explique este curioso fenómeno es...
1 comentario:
Si a un número de 3 cifras le añadimos las mismas tres cifras no hacemos más que multiplicarlo por 1000 y sumar el mismo numero ,es de cir mil uno, que es justo el producto de siete por trece y once vamos que el misterio no es como el de la santísima Trinidad, o el de la virginidad de la virge,sino de lo más logico
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