Casi enfrente del instituto donde trabajé casi toda mi vida laboral se encuentra una de las bodegas de Osborne, concretamente, la llamada de "El Tiro" -el nombre le viene de las instalaciones del tiro de pichón que había en esos terrenos a principios del siglo pasado -Alfonso XIII era uno de sus adictos cuando venía por estas tierras, la manía borbónica de pegar tiros a cualquier animal-. El toro de arriba es luminiscente y los de abajo, forman parte del conjunto de la bodega en la que se elaboran sus brandis. A esta foto la llamo asimetría simétrica -me ha salido cortada, pues no veía ni torta por el sol-. Estas bodegas no se visitan, sí la de la calle Los Moros, donde acompañaré el viernes a los chavales de Cariñena.
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