BLOG DIVULGATIVO

martes, 21 de septiembre de 2010

joaquín costa

La familia de Labordeta ha depositado las coronas y ramos que han acompañado al féretro en la tumba de Joaquín Costa en el cementerio de Torrero. Costa era un referente para José Antonio y sentía gran admiración por su vida y pensamiento. Esta es una breve sinopsis de la biografía del montisonenese de nacimiento y grausino de adopción:


JOAQUÍN COSTA MARTÍNEZ.-

El 14 de septiembre de 1.846, a las 5 de la tarde, nacía en una casa de la calle Mayor de Monzón Joaquín Costa Martínez. Su familia era campesina con muy poca tierra y en consecuencia de humilde condición, lo que les obligó a trasladarse a Graus, en 1852.

Su infancia y adolescencia en Graus fueron duras y penosas y abandonó el pueblo en cuanto pudo. A Huesca, a París, a trabajar, a estudiar, a luchar con la pluma y la oratoria para levantar a un pueblo dormido, ignorante y sojuzgado por una minoría de oligarcas.

Su lema será. “Modernizar y europeizar España”, creando riqueza. Agua para las sedientas tierras, educación integral para los hijos de campesinos y obreros, leyes justas emanadas de políticos honestos y eficaces. Defensa de las costumbres y de las raíces de los pueblos.

Y, así, no sin esfuerzo, obtiene el Bachillerato, el Magisterio, la Licenciatura de Derecho y Filosofía y el doctorado en Leyes y Filosofía. Trabajó como enseñante de Derecho Administrativo y en la Institución Libre de Enseñanza, además de ejercer como abogado y notario.

Fundó varias sociedades (Geografía Comercial, Cámara Agrícola del Alto Aragón, Liga Nacional de Productores…) y fue diputado por la Unión Republicana.

Tras esta vida frenética, Costa llegará a ser punto de referencia de políticos, educadores, economistas, jurisconsultos y literarios de años venideros. Sin embargo, su vida será una constante desilusión.

Costa fue, sin duda, un inconformista, un crítico exacerbado que se indignaba contra la insensibilidad de este país sin conciencia, sin voluntad, sin virilidad y mal dirigido. Ve el doble atraso de España: el material (miseria) y el espiritual (incultura) y contra ello arremete como un “León”.

En 1904 volvió a Graus, enfermo y viejo, a morir tranquilo, y, aunque siguió activo, imparable como su ideal, siempre en defensa de su tierra, salió muy pocas veces ya del valle.

El día de San Antonio de 1911 sufrió una hemiplejía derecha de la que ya no se recuperó. Murió el 8 de febrero llevando a su pueblo triste a las portadas de todos los periódicos del país, quizá la única vez. Pese a sus deseos, fue enterrado en el cementerio de Torrero de Zaragoza.

No hay comentarios: