“El sistema de cultivo típico en Bardallur era, en general, el de año y vez. Tras las cosechas los campos se dejaban descansar un año. Sin embargo, había excepciones. En la huerta se solía sembrar todos los años, con algún barbecho de vez en cuando. En el monte, a veces, se dejaba hasta dos o tres años.
Para preparar los campos se llevaban a cabo tres labores: la primera en invierno, después de enfemar; la segunda, en primavera y la tercera, en octubre, antes de sembrar.
El estiércol animal y el de la paja, junto a las cenizas de la quema de los rastrojos y de otras plantas, era el abono utilizado. En casi todas las casas había una femera…”
“Los animales de labranza más habituales eran las mulas y los machos y, en las casas más pudientes solía haber bueyes (“güeyes”). Cerca del Pozo del Matadero, en la acequia Grande, abrevaba el ganado mular con el típico silbido de sus dueños”.
Estos dos textos los he adaptado del original de “Aragón bajo los Austrias”, de Colas Latorre y Salas Ausens, pero, para los que tenemos cierta edad, parecen de hace 50 años y no de 400, como refleja el libro. Poco evolucionó la agricultura en 4 siglos.
Para preparar los campos se llevaban a cabo tres labores: la primera en invierno, después de enfemar; la segunda, en primavera y la tercera, en octubre, antes de sembrar.
El estiércol animal y el de la paja, junto a las cenizas de la quema de los rastrojos y de otras plantas, era el abono utilizado. En casi todas las casas había una femera…”
“Los animales de labranza más habituales eran las mulas y los machos y, en las casas más pudientes solía haber bueyes (“güeyes”). Cerca del Pozo del Matadero, en la acequia Grande, abrevaba el ganado mular con el típico silbido de sus dueños”.
Estos dos textos los he adaptado del original de “Aragón bajo los Austrias”, de Colas Latorre y Salas Ausens, pero, para los que tenemos cierta edad, parecen de hace 50 años y no de 400, como refleja el libro. Poco evolucionó la agricultura en 4 siglos.
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