¿Quién no ha estado en Salou alguna vez? Los aragoneses y, sobre todo los zaragozanos, han elegido desde hace tiempo esta población catalana como su lugar de vacaciones. No es raro encontrarse con vecinos, amigos o familiares; escuchar ¿qué pasa pues? por sus calles o playas y ver a los paisanos jugar al guiñote en los bares. Bastantes se alojan en sus propios apartamentos; otros, en hoteles o de alquiler y otros, en los campings. Hay que tener en cuenta que Salou es la playa más cercana a Zaragoza. Pero sepamos un poco de su historia:
Salou es un municipio costero de cerca de 30.000 habitantes –en época veraniega triplica la población- situado en la provincia de Tarragona y está considerado como la capital de la Costa Dorada.
Fundada por los griegos fócidos en el siglo VI a. C. con el nombre de “Salanrio” (ciudad saneada), pasó a dominación romana cambiando su nombre a “Salauris”, siendo uno de los puertos más importantes de la Hispania Citerior. Tras la invasión musulmana sufrió un notable descenso poblacional hasta que, a principios de S.XIII, pasa a ser uno de los puertos más representativos de la Corona de Aragón. Hacia 1530 se construye la Torre “Vella” de Salou. Tuvo un papel destacado en la sublevación de Cataluña en 1640, más conocida como “revolta dels segadors”. En el tercer cuarto del S.XVII pasó a posesión de la localidad de Vilaseca, situación que se prolongó hasta 1989. La importancia comercial del puerto siguió hasta mediados del S.XIX pasando, a partir de entonces, a convertirse año tras año en una ciudad turística, condición que mantiene en la actualidad.
Fundada por los griegos fócidos en el siglo VI a. C. con el nombre de “Salanrio” (ciudad saneada), pasó a dominación romana cambiando su nombre a “Salauris”, siendo uno de los puertos más importantes de la Hispania Citerior. Tras la invasión musulmana sufrió un notable descenso poblacional hasta que, a principios de S.XIII, pasa a ser uno de los puertos más representativos de la Corona de Aragón. Hacia 1530 se construye la Torre “Vella” de Salou. Tuvo un papel destacado en la sublevación de Cataluña en 1640, más conocida como “revolta dels segadors”. En el tercer cuarto del S.XVII pasó a posesión de la localidad de Vilaseca, situación que se prolongó hasta 1989. La importancia comercial del puerto siguió hasta mediados del S.XIX pasando, a partir de entonces, a convertirse año tras año en una ciudad turística, condición que mantiene en la actualidad.
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