El Tenorio engatusa a Inés por Zaragoza
Tradicionalmente, cuando llega el Día de Todos los Santos (los “tosantos”, dicen por aquí) y el Día de los Difuntos se representa teatralmente en muchas poblaciones españolas –Zaragoza incluida- el “Don Juan”, bien la original de Tirso de Molina, “El burlador de Sevilla y convidado de piedra” (1627), o bien, “D. Juan Tenorio” (1844) de José Zorrilla; prototipo del libertino impenitente, el primero; héroe jactancioso, pero de buenos sentimientos, el segundo.
El mito de “Don Juan” parece provenir de la Edad Media y han sido muchas figuras de renombre las que han tratado el tema: Molière, Goldoni, Mozart, Dumas, Byron, Merimée, Marañón, Menéndez Pidal, los hermanos Machado, Pérez de Ayala…
¿No es cierto, ángel de
amor,
que en esta apartada orilla
más pura la luna brilla
y se respira mejor?
amor,
que en esta apartada orilla
más pura la luna brilla
y se respira mejor?
¡Don Juan!, ¡don Juan!, yo lo
imploro
de tu hidalga compasión
o arráncame el corazón,
o ámame, porque te adoro.
imploro
de tu hidalga compasión
o arráncame el corazón,
o ámame, porque te adoro.
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