Esta imagen corresponde a la entrada (o salida) del colegio de los Agustinos en Zaragoza. Obsérvese la acequia -con gran caudal- que iba por el Camino de las Torres y los dos socavones salvados con unas tablas y una caja de madera. El peligro era evidente, pero según el autor del texto que acompaña a la imagen de
www.heraldo.es, antiguo alumno del centro, no recuerda que hubiese percance alguno. Yo también recuerdo que, cuando íbamos a jugar a fútbol contra los agustinos, a mediados de los sesenta, entrábamos y salíamos por esa puerta.
(La foto está tirada desde un 6º piso de la calle La Paz).
2 comentarios:
A ver si soy capaz de transmitir exactamente mi sentimiento.
Creo que los niños y niñas de esa época éramos mas conscientes de los peligros, porque no se nos hiperprotegía como hacemos ahora con nuestros hijos, el exceso de protección alagunas veces es contraproducente porque nos les dejamos madurar, ser responsables de si mismos.
Mis recuerdos infantiles están llenos de fantásticas escenas que ahora serían inimaginables y nunca nos pasó nada.
La calle era nuestro cuarto de juego donde nos relacionabamos y estableciamos nuestros lazos y casi siempre eran fuertes y duraderos.
Jorge.
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