Muchas han sido las veces que he ido a la estación de Delicias a esperar la llegada de mi hijo Nacho o de MJ. En invierno es fría, fría, fría; en verano, es un poco más soportable. Los accesos desde el aparcamiento subterráneo están pensados desde donde la espalda pierde su casto nombre. Los bares son malos de solemnidad y el personal de la estación, de lo más inepto. Lo único bueno, que está cerca de la salida para Bardallur.
Este párrafo de abajo es un extracto del artículo de Claudia Ortín en www.aragondigital.es:
Destacó su rotundo exterior y su inmenso espacio diáfano interior. La Estación Delicias llamó la atención de vecinos, amigos del ferrocarril y curiosos que se acercaron hace ahora diez años para presenciar su inauguración. Obra de los arquitectos Carlos Ferrater, José María Valero y Félix Arranz, por sus 188.000 metros cuadrados han viajado ya más de 25 millones de personas a lo largo de esta década. El AVE, con dos millones de usos en 2012, es el servicio más aclamado y demandado.
http://aragondigital.es/noticia.asp?notid=107746&secid=9
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