La firma italiana Headbanger diseña motos de las que ya apenas quedan:
sin electrónica, sin comodidades superfluas y con la posibilidad de
customizarlas según los gustos del cliente. El resultado es una mezcla
de tradición americana y estilo milanés. Realizadas a mano, se entregan
en cuatro semanas. El modelo High Flyin (en la imagen), con un motor de
2.031 cc, el de mayor cilindrada de la marca, cuesta 22.000 euros.
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