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lunes, 2 de diciembre de 2013

LA BATALLA DE LA HIGUERUELA

 La Batalla de La Higueruela, por Fabrizio Castello. Monasterio del Escorial.

Mucha gente desconoce esta importante batalla entre castellanos y nazaríes que podía haber precipitado la conquista de Granada. He aquí lo sucedido.
En 1410 el rey castellano Juan II conquistó la ciudad de Antequera. Pero el rey Juan  enfrascado en luchas civiles y dinásticas, no prosiguió el impulso conquistador. No obstante, en 1431 hubo un momento propicio para el ataque contra el reino nazarí. Juan II, que contaba con 25 años de edad, acababa de hacer las paces con los Infantes de Aragón y puso sus ojos en Granada.
El rey logró reunir a sus propias  tropas reales,  a mesnadas nobiliarias,  a tropas de los caballeros de Santiago y 3.000 lanzas del condestable Don Álvaro de Luna que se puso al frente de la operación. Penetraron desde Córdoba y establecieron el campamento en las inmediaciones de Sierra Elvira, situada a unos 10 kilómetros de Granada, en la antigua Medina Elvira, próxima al actual Atarfe. Ante el ejército castellano apostado  se desplegaron los musulmanes de Mohamed IX. Su ejército estaba formado por los caballeros granadinos, adiestrados en justas y tácticas ecuestres, y tribus enteras desplegadas en guerrilla por el campo de batalla armadas con lanzas y flechas que habían acudido a la batalla desde las Alpujarras conducidos por sus alfaques.
El 1 de julio se dio el sangriento encuentro. La batalla se conoce por el nombre de "La Higueruela" porque lo único que quedó vivo en el campo de batalla despues del feroz combate fue una solitaria higuera.
Desplegado el ejército castellano, Don Juan II montó a caballo a la puerta de su tienda, cabalgó con una gran comitiva de grandes y capitanes y dió al grueso del ejército la señal de ataque. Juan Álvarez Delgadillo desplegó la bandera de Castilla. La primera línea musulmana, formada por aquella muchedumbre de rostros denegridos, trajes humildes, armas groseras y modales de rústica fiereza fue arrollada en el primer empuje castellano. Chocaron por fin con los caballeros de Granada y comenzó una fiera lucha cuerpo a cuerpo entre jinetes y caballos. Ninguno de ambos bandos cejaba en la pelea. En un momento dado el Condestable de Castilla enardeció a sus caballeros con voces de "¡Santiago! ¡Santiago!". Los granadinos comenzaron a flaquear y pretendieron replegarse en orden, pero no pudieron resistir el empuje de la caballería castellana y huyeron a la desbandada, dejando miles de muertos.
Juan II no supo explotar el éxito conseguido. Algunos nobles, celosos del protagonismo alcanzado en el combate por el Condestable de Castilla, aconsejaron al rey que se replegara hacia Córdoba, cosa que hizo el rey pretextando la escasez de sus provisiones. Se contentó con imponer al Granada un nuevo rey, del que recibió su homenaje, y nuevos tributos. Diferentes vicisitudes, entre la que destacó la Guerra civil castellana, impidieron una nueva incursión hacia el reino nazarí. Una vez consolidado el reinado de los RR. CC., estos decidieron la ofensiva definitiva para apoderarse de Granada.
Si queréis saber más sobre la contienda y los terremotos que sucedieron en esas fechas, enlazad con este artículo de la Universidad de Granada:
http://www.ugr.es/~iag/divulgacion/boletines/b3.html

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