La Batalla de La Higueruela, por Fabrizio Castello. Monasterio del Escorial.
Mucha gente desconoce esta importante batalla entre castellanos y nazaríes que podía haber precipitado la conquista de Granada. He aquí lo sucedido.
En 1410 el rey castellano Juan II conquistó la ciudad de Antequera. Pero el rey Juan enfrascado en luchas
civiles y dinásticas, no prosiguió el impulso conquistador. No
obstante, en 1431 hubo un momento propicio para el ataque contra el
reino nazarí. Juan II, que contaba con 25 años de edad, acababa de hacer
las paces con los Infantes de Aragón y puso sus ojos en Granada.
El rey logró reunir a sus propias
tropas reales, a mesnadas nobiliarias, a tropas de los caballeros de
Santiago y 3.000 lanzas del condestable Don Álvaro de Luna que se puso al frente de la operación. Penetraron desde Córdoba y
establecieron el campamento en las inmediaciones de Sierra Elvira,
situada a unos 10 kilómetros de Granada, en la antigua Medina Elvira, próxima al actual Atarfe. Ante el ejército castellano apostado se
desplegaron los musulmanes de Mohamed IX. Su ejército estaba formado por los
caballeros granadinos, adiestrados en justas y tácticas ecuestres, y
tribus enteras desplegadas en guerrilla por el campo de batalla armadas
con lanzas y flechas que habían acudido a la batalla desde las
Alpujarras conducidos por sus alfaques.
El 1 de julio se dio el
sangriento encuentro. La batalla se conoce por el nombre de "La
Higueruela" porque lo único que quedó vivo en el campo de batalla
despues del feroz combate fue una solitaria higuera.
Desplegado el
ejército castellano, Don Juan II montó a caballo a la puerta de su
tienda, cabalgó con una gran comitiva de grandes y capitanes y dió al
grueso del ejército la señal de ataque. Juan Álvarez Delgadillo desplegó
la bandera de Castilla. La primera línea musulmana, formada por aquella
muchedumbre de rostros denegridos, trajes humildes, armas groseras y
modales de rústica fiereza fue arrollada en el primer empuje castellano.
Chocaron por fin con los caballeros de Granada y comenzó una fiera
lucha cuerpo a cuerpo entre jinetes y caballos. Ninguno de ambos bandos
cejaba en la pelea. En un momento dado el Condestable de Castilla
enardeció a sus caballeros con voces de "¡Santiago! ¡Santiago!". Los
granadinos comenzaron a flaquear y pretendieron replegarse en orden,
pero no pudieron resistir el empuje de la caballería castellana y
huyeron a la desbandada, dejando miles de muertos.
Juan II no supo
explotar el éxito conseguido. Algunos nobles, celosos del protagonismo
alcanzado en el combate por el Condestable de Castilla, aconsejaron al
rey que se replegara hacia Córdoba, cosa que hizo el rey pretextando la
escasez de sus provisiones. Se contentó con imponer al Granada un nuevo
rey, del que recibió su homenaje, y nuevos tributos. Diferentes vicisitudes, entre la que destacó la Guerra civil castellana, impidieron una nueva incursión hacia el reino nazarí. Una vez consolidado el reinado de los RR. CC., estos decidieron la ofensiva definitiva para apoderarse de Granada.
Si queréis saber más sobre la contienda y los terremotos que sucedieron en esas fechas, enlazad con este artículo de la Universidad de Granada:
http://www.ugr.es/~iag/divulgacion/boletines/b3.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario