DEL JALÓN A LA PATAGONIA (by B.S.) -Parte 7, final-

Con la satisfacción de haber cumplido nuestro primer objetivo, volvimos a Puerto Madryn.

Llegó el domingo, segundo y último día. Nos quedaba por cumplir el segundo objetivo.
Dicho objetivo lo cumplimos sobre el mediodía. Resulta que un nieto de la bardallurana Modesta Gil Ramos, hijo de su hija Pabla, había marchado hacía muchos años a trabajar a Puerto Madryn donde formó una familia. Si bien él, Juan Carlos, murió bastante joven, en Puerto Madryn quedaron su viuda, Estela y sus hijos Juan, Paula y Angie.

Fue Juan quien, sabedor del encuentro de la familia española y argentina, había mostrado en nombre de su madre y hermanas,  sus deseos de conocernos cuando se diera la oportunidad. Kuky y Roberto ya los conocían por los viajes que éstos habían hecho a San Rafael en alguna ocasión aunque hacía bastantes años que eso había ocurrido.

Con nuestro viaje a Argentina fue cuando sopesamos la conveniencia de citarlos en San Rafael o ir a visitarlos nosotros. Los cuatro decidimos que era mejor ir nosotros, ya que así podríamos ver y conocer a todos los familiares de Puerto Madryn, pues los tres bisnietos están casados y tienen hijos. 

Juan, su madre Estela y su esposa Paola, junto con sus hijos y un hijo de Angie nos estaban esperando en su casa. En su casa nos acogieron entrañablemente. Y para que conociéramos a la familia de Paula también habían organizado en casa de ella la comida. En casa de Paula fuimos recibidos por ella, su esposo y sus dos hijos y allí nos reunimos todos, seis de casa de Juan más el niño de Angie. Angie acababa de alumbrar a su segundo hijo y se encontraba en el hospital acompañada de su esposo. Nosotros cuatro mas los cuatro de la casa anfitriona. Total quince personas.

El asado argentino de cordero patagónico y de vaca argentina estaba riquísimo. Lo mismo los distintos tipos de guarnición que lo acompañaban. Igualmente los vinos, los helados y los distintos postres.


Como el encuentro fue emocionante y el ambiente creado inolvidable, todo ello unido al cariño que mayores y niños nos dispensaron, hizo que nuestro segundo objetivo se cumpliera a plena satisfacción. Tanta como la que sentimos desde entonces al recordar a todos los familiares de Puerto Madryn que, como Kuky y yo, y la familia de San Rafael y Bardallur,  llevamos mezclada  la misma sangre y genes.

El lunes iniciamos la vuelta. 1395 kms teníamos por delante. Como el coche y el conductor ya estaban rodados, salimos a las cinco de la mañana, y parando en cuantas YPF fue necesario, en Cipolletti para comer y comprar cerezas, llegábamos a las 10 de la noche a San Rafael en una única jornada, después de soportar una gran tormenta de agua y relámpagos, pero con la satisfacción del deber cumplido. 

Benito y Josefina.

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