EL CONCEJAL MANUEL LANGARITA ALMALUEZ (y 2)

Edificio del Ayuntamiento de Boquiñeni.

La casa donde vivía Manuel en la actual calle Turbena de Bardallur no tiene salida a la carretera como la de sus vecinos, pero sí posee vistas de la huerta a través del huerto del tio Manolín. Manuel y su mujer encontraron la forma de esquivar a los falangistas con una sencilla estratagema. Langarita se iba al campo por la mañana temprano y para saber si había o no jaleo en el pueblo, la tia María ponía un pañuelo blanco si no había peligro y Manuel volvía a casa, pero a veces, el trapo blanco no aparecía y el marido se tenía que quedar, incluso, a dormir en la huerta.
La tia María Arbej trabó amistad con el cura, mosén Francisco Marco Vilche y con su casera. Llegaron a la conclusión de que los "paseos" falangistas eran imparables y que había que quitarse de en medio como fuera, ya que hasta el cura corría peligro. Las influencias del religioso en Zaragoza evitaron que la cosa pasara a mayores y el mosén fue trasladado a Boquiñeni, llevándose consigo a la familia Langarita Arbej y a la de Vicente el "Picapeo", que estaba formada por una hermana viuda y su hijo Cipriano. Esta salida de Bardallur se vio favorecida por la actuación de los requetés y margaritas que, en su afán de proselitismo y recluta, impidieron -llegaron a cerrar las entradas a Bardallur con camiones repletos de gente militarizada y armada- que los falangistas siguieran con las detenciones y fusilamientos y así, poder engrosar sus filas, a veces, con gente que no tenía esa ideología, pero que se apuntaba para salvar el pellejo.
En Boquiñeni, la familia Langarita Arbej aumentó su número al nacer Pilarín y el Vicente el "Picapeo" se casó con una viuda rica de la localidad que se llamaba Catalina y que tenía un hijo pequeño, Antonio. Cuando la guerra terminó, el Vicente, la Catalina, el Antoñico y el Cipriano se volvieron a Bardallur. La madre del Cipriano había muerto en Boquiñeni.
Cuando el Antonio se hizo mozo se casó con la Amelia, prima de Benito Sebastián y se fueron a vivir a Boquiñeni debido a que Antonio heredó la legítima de la familia del padre.

Mosén Francisco fue reclamado por el arzobispado para tareas administrativas y estuvo de canónigo de La Seo hasta su muerte.

Manuel Langarita Almaluez, su esposa María Arbej Jaca y sus hijos Antonio, Pablo, María y Pilarín, la niña chica, también volvieron a Bardallur, pero ésta es otra historia.

(Colab. B.S.).

1 comentario:

Anónimo dijo...

Catalina Navarro no era rica. Eran cuatro hermanas y habían de servir o trabajar en la huerta. El que tenía la familia rica era el que fue esposo de Catalina, padre de Antonio, familia en la que abundaban los falangistas y no estaban por consentir que el hijo se casase con Catalina que era pobre. El padre de Antonio González Navarro se identificó con los pobres y se hizo un hombre de izquierdas. Cuando los falangistas llegaron a Boquiñeni la familia nada hizo por evitar rus muerte.

La abuela rica influyó en el abuelo rico para desheredar al nieto Antonio y solamente le dejaron la legítima. Sin embargo la abuela pobre se ocupó de cuidar a Antonio así como a su primo Cesar que también se quedó sin padre.
Lo que son las cosas.