La morfología de las casas más antiguas de la calle Baja -antes Baja (o Vaja) de Zaragoza y, durante el franquismo y años después, General Franco- reponde a una edificación con bajo y dos alturas. El acceso se suele hacer por una puerta más o menos ancha, o por una puerta falsa que da al cubierto, espacio donde se guardaba el carro o la galera, para, más al fondo, llegar al corral donde estaban las cuadras, el gallinero, la cochinera y la "femera". En algunas había también un retrete, un pozo, un lavadero y otras dependencias para guardar trastos. La vivienda principal se sitúa en el primer piso donde se encuentran la cocina y los dormitorios. En el segundo piso están los graneros y la cocina para hacer el mondongo. En las fachadas hay ventanas y balcones que dan a la calle.Varias de ellas han sido adaptadas, según las necesidades de sus moradores y otras derribadas y reedificadas en estilos nada tradicionales. En el centro de la calle se erige la iglesia barroca de principios del XVIII dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles.
(La foto la tiré con el móvil el día 11 de octubre de este año y tuve la suerte de que no había coches aparcados
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