Campaña de los colegios religiosos. En la radio se oye: yo soy de los jesuitas, yo soy de las teresianas, yo soy de los maristas, yo soy de los agustinos y así. Pero la traca gorda viene al final: de todos y para todos. Vayamos por partes: ¿de todos? La propiedad de los colegios es de las órdenes religiosas que los mantienen para el lucro, para el adoctrinamiento, o para las dos cosas. En todo caso, no son de todos. ¿Para todos? Esos colegios son para introducir en la mente de los niños la doctrina católica, más o menos troglodita. Todo el que no sea católico no es cliente potencial, aunque se ven obligados a admitir a todos por imperativo legal, perdón por la expresión.
F. Santiago.
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