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jueves, 16 de febrero de 2017

"EL CONDE ROSSI"

Si existe un personaje siniestro, psicópata, fanfarrón, cantamañanas, putero -aunque pichacorta-, cagón (cobarde), llorón, repulsivo, carismático embaucador...en la isla de Mallorca durante la Guerra Civil Española de 1936, ese es, sin duda, Arconovaldo Bonaccorsi, más conocido como "El Conde Rossi".
Nacido en Bolonia (Italia) el 22 de agosto de 1898, en 1919 se incorporó al movimiento fascista, integrándose en las fuerza de choque del régimen instaurado por Musolini en el que participó activamente en la represión de sus enemigos políticos. En agosto de 1936 fue enviado por el entonces ministro de Asuntos Exteriores italiano,-el conde Ciano-  a Mallorca como consejero militar y organizador de la Falange.
Desde el principio se le conoció como "Conde Rossi". Fundó una unidad de choque de Falange llamada "Dragones de la Muerte" integrada por cincuenta y dos mozos falangistas, en su mayoría estudiantes, que fueron pelados al cero, empuñaron las armas y se fueron a jugar a la guerra al frente de Manacor, a Ibiza y a Formentera,  bajo la consigna de cada día. que era aquella que Rossi predicaba a grito pelado: "¡Exterminio de rojosFucilati súbito
"Rossi" se dirige a los congregados desde un balcón de Manacor.

Tras su paso por las Baleares, se trasladó a Italia aclamado como un héroe y perviviendo en la memoria popular. En 1937 volvió a España como inspector del Cuerpo de Tropas Voluntarias (CTV) participando en las acciones de Málaga en febrero del mismo año. En 1941 se trasladó a Abissinia como inspector de las milicias italianas y fue hecho prisionero por los ingleses. Liberado, regresó a Italia donde ejerció como abogado y presidente de los antiguos combatientes de la guerra de España (ANCIS).
Arconovaldo ni fue conde ni general, sí un gran fanfarrón.

Participó en la 1ª y 2ª Guerra Mundial y fue condecorado por Alemania e Italia y, por supuesto, por España, donde recibió un homenaje en 1961 por parte de Franco.
Murió en Roma el 2 de julio de 1962.

(Dedicado a B.S.).



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