Una de mis secciones preferidas del TBO eran los geniales inventos del profesor Franz de Copenhague. la serie tuvo varios dibujantes: Nit, en los años 40; Tínez, en los 50 y Benejam, Francesc Tur y Sabatés, en los 60. Nit y Sabatés eran peritos mecánicos y daban cierta verosimilitud a los inventos, de hecho,
Sabatés -en la imagen- construyó alguno de ellos.
El TBO, para un niño de pueblo como yo, era uno de los mejores regalos de la época. Mi abuelo Juan y, sobre todo, mi padre Marino, me los traían cada vez que iban a Zaragoza -que eran muchas- junto a una breva que compraban en la misma estación de autobuses de Ágreda en el Paseo de Mª Agustín.
1 comentario:
Yo también leía el TBO. Mi abuela me hacía leerle "La familia Ulises" que venía en la última página.
En mis tiempos era el tio Domingo el Cartero el que traía los tebeos y chucherías. Iba y volvía andando a Zaragoza con una maleta y compraba los tebeos atrasados sobrantes, así que nos lo ponía mas baratos que cuando salían semanales.
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