Antes de su casamiento con Sancha de Castilla, tía de Alfonso VIII, se conquistaron las plazas de Caspe y Calanda y se fundó Teruel en 1171, dotándo a la ciudad de fueros y privilegios para repoblar la zona y para servir de base para los ataques a Valencia, algo que se produjo en 1172 haciendo pagar al emir valenciano los tributos correspondientes, además de facilitar el ataque a Játiva y Murcia, aunque se tuvo que retirar por las incursiones navarras en territorio aragonés.
También extendió sus dominios por tierras occitanas, apoderándose de Provenza, el Rosellón y el Pallars Jussá.
Su casamiento se produjo el 18 de enero de 1174 en Zaragoza. El rey tenía 16 años, edad en la que el Derecho Canónico le permitía hacerlo y la reina consorte, 20. También fue armado caballero. Tuvo 5 hijos y 4 hijas, destacando su sucesor Pedro II de Aragón.
Anduvo en guerras con los reyes de Navarra y Castilla, pero consiguió que Alfonso VIII, para mostrarle su agradecimiento por haberle ayudado a conquistar Cuenca a los musulmanes, le liberó de las cargas tributarias que Ramón Berenguer IV había contraído con Alfonso VII, cuando éste tomó Zaragoza y otras ciudades aragonesas. Pasó después a Francia, donde castigó a algunos vasallos rebeldes; compuso las diferencias entre otros príncipes que eran también sus vasallos y se avistó en Burdeos con su amigo el rey de Inglaterra. Hallándose en Perpiñán en 1196, supo la derrota sufrida por Alfonso VIII de Castilla al pelear con los almohades en Alarcos, y cuando se disponía a socorrer a los cristianos, murió en el mismo año.
Durante su reinado se terminó la conquista del territorio llamado Aragón, extendiéndose sus dominios por el mediodía de Francia, por Valencia y Murcia. Su cuerpo fue sepultado en el monasterio de Poblet, que él había edificado. En su reinado tienen origen las Cortes y el Justiciazgo, que aparecerán ya con claridad en el reinado siguiente.
(En la imagen, documento de abdicación de la reina Petronila en su hijo Alfonso II).
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