Soldados italianos del CTV se retiran de Brihuega.
1937, se iba a producir, enmarcada en la Batalla de Guadalajara, una ofensiva general de las tropas republicanas que obligaría a las italianas del Corpo di Truppe Volontarie a abandonar sus posiciones en Brihuega y a retirarse dejando tras de sí numeroso material bélico que fue apresado por las tropas de Mena. Era el principio del fin de la batalla, pues en los 5 días siguientes, los republicanos recuperaron el territorio perdido y los mermados italianos regresaron a las posiciones de inicio.
La victoria en la Batalla de Guadalajara elevó el ánimo de las tropas leales a la República, pero no fue, en absoluto, decisiva. No se ganaron territorios, ni supuso un grave daño para las tropas franquistas. El Estado Mayor de los sublevados determinó que el CTV no tomaría, en lo sucesivo, iniciativas propias y la Aviación Legionaria italiana quedaría supeditada a la Cóndor alemana, lo que supuso una humillacion para los jefes militares que fueron destituidos por Mussolini (excepto Roatta). El propio régimen fascista quedó tocado al conocerse los resultados de la contienda: unas 4000 bajas entre muertos, heridos y prisioneros y la pérdida de la mayor parte del material de guerra. También se cuestionó el papel de los blindados, sobre todo el de las tanquetas, con fallos mecánicos y escasa maniobrabilidad en los lodazales, que las dejaban a merced de la artillería y las ametralladoras enemigas.
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