Se iniciaba la Batalla de Guadalajara con el bombardeo del frente republicano por parte de la artillería italiana. El
Corpo Truppe Volontarie y la Agrupación de carros de asalto y autos blindados, al mando del general Mario Roatta, que se había desplazado desde sus posiciones en el sudeste español hacia la zona de Guadalajara, con objeto de atacar Madrid desde el este, se enfrentó a las tropas republicanas de la XII División, al mando del coronel Víctor Lacalle Seminario. Los bombardeos y los tanques y tanquetas italianas logran un avance de unos 12 Km, a pesar de la intensa niebla y la lluvia que dificultaban notablemente la visibilidad. La ofensiva italiana continuó al día siguiente, pero fue frenada por el ímpetu de las Brigadas Internacionales y las malas condiciones climatológicas. De nuevo lo intentaron los italianos durante los días 10 y 11, pero el barro hizo imposible las maniobras de tanques y tanquetas, además de impedir la lluvia y la niebla el uso de la aviación, y
provocando en la actual A-II, antes N-II, el primer atasco de su historia.
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