Se despreocupó de Navarra, dejando que su mujer, Blanca, se ocupara de los asuntos del reino mientras él ayudaba a su hermano Alfonso en campañas contra Castilla y Nápoles. Con su esposa navarra tuvo cuatro hijos: Carlos, príncipe de Viana y sucesor, Juana -murió a los dos años-, Blanca, a la que casaron con Enrique IV "El Impotente", anulándose más tarde el matrimonio y Leonor, que fue reina de Navarra. Blanca de Navarra murió en 1441 y Juan II "El Grande" se volvió a casar más tarde con Juana Enríquez, con la que tuvo a Fernando (futuro Fernando II, "El Católico") y Juana (futura reina de Nápoles). Esta unión fue la desencadenante, aún más, de las fricciones entre el príncipe Carlos y su padre y de la guerra civil que enfrentó a los beamonteses, partidarios del de Viana, y a los agramonteses, que luchaban junto al "usurpador" Juan II. La guerra terminó en 1451 con la derrota y el apresamiento del príncipe en la batalla de Aibar (Sangüesa). Carlos fue liberado y se refugió en Nápoles y, años más tarde se reconcilió con su padre, pero las intrigas de Juana Enríquez, que deseaba el trono para su hijo Fernando, obligaron a Juan II a perseguir a Carlos y a encarcelarlo en Morella. Éste y otros acontecimientos, como la muerte por tuberculosis -o envenenamiento, según algunos, por orden de Juana- en 1461 del príncipe, fueron determinantes para el inicio de la larga guerra civil de Cataluña, conflicto que duraría 10 años. Juan II logró que los catalanes se entregaran, aunque manteniendo sus fueros, y, el 20 de enero de 1479 moriría en Barcelona a la edad de 80 años. Fue enterrado en los sepulcros reales del monasterio de Poblet.(En la imagen de arriba, el monarca Juan II y, en la de abajo. las revueltas de remensa).
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