Hall del hostal en el que estuvimos alojados. Ubicado en una casa antigua un tanto rehabilitada, en la que se mezclan elementos clásicos y un tanto tenebrosos y procedimientos de vanguardia para el acceso al mismo desde el portón de la calle, a la puerta principal del hostal y a las habitaciones. No hay, por tanto, recepción, salvo un control remoto en el que una señora te dice la habitación y la clave de la misma. La cama y el baño estaban muy limpios, pero la habitación en sí, dejaba bastante que desear, teniendo en cuenta la relación calidad-precio. Lo mejor, la ubicación: Plaza de St Bárbara, a 10´ de la Gran Vía, y el ambiente de la zona, repleta de bares y restaurantes con sus correspondientes terrazas.
En uno de ellos, "La Cruz Blanca", vimos el primer tiempo del Madrid-Atlético mientras nos comíamos unos extraordinarios callos.
Para ir a la Plaza Tirso de Molina, zona donde vive Álvaro, el hijo mayor de MJ, cometimos el error de pillar un taxi. Jamás habíamos visto tanta gente en Madrid, las calles principales estaban atestadas. Cuando llegamos a la altura de la calle de la Montera, la policía nos desvió debido a que una manifestación de ultraizquierdistas que estaban celebrando la llegada de la II República el 13 de abril de 1931, subía por la calle de Alcalá rumbo a Sol. El honrado taxista para no dar más vueltas, nos dejó cerca de Cibeles y nos indicó que tomásemos otro taxi desde allí para llegar, como así hicimos. Por fin, después de calle, nos dejó en nuestro destino.
Llegó Alberto, el pequeño de MJ, y decidimos ir a cenar a un restaurante indio -por cierto, muy bueno, "Taj Mahal", se llama- que estaba por la zona de Hortaleza. Pasamos por la plaza de Jacinto Benavente -en la imagen- y, por Carretas, nos plantamos en la Puerta del Sol. Le comenté a Virginia, la novia de Álvaro, que en una pensión de esa calle próxima al desaparecido cine, estuve alojado con mis compañeros seminaristas del equipo de rugby que derrotó al Liceo Francés a finales de los 60.
Tres imágenes de la Puerta del Sol.
La familia.
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