Como supongo recordaréis, mi hijo Nacho anda por el lejano oriente (Korea del Sur) y, debido a problemas de embajadas, visados, papeleos, burocracia...ha tenido que desplazarse unos días a Japón para poder obtener, de nuevo, permiso para residir en el país de su mujer Hyunjung. Una lata, aunque eso le permite unos días de turisteo nipón mientras sigue practicando el coreno, su nuevo idioma para aprender.
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