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lunes, 20 de noviembre de 2017

FRANCO EN ZARAGOZA

El general Francisco Franco fue nombrado el 14-III-1927 miembro de la comisión preparatoria de la Academia Militar, viaja a Zaragoza el 1 de diciembre siguiente, siendo designado director el 4-I-1928. A partir de ese momento, y para seguir de cerca las obras de edificación del centro, se instala provisionalmente en el cuartel del Carmen y comienza a seleccionar el cuadro de directivos y otros profesores. En julio preside el tribunal de examen, celebrado en el zaragozano Grupo Escolar «Joaquín Costa», que selecciona 215 de los 785 aspirantes a la carrera militar. El 3 de octubre comienzan las clases, aunque la inauguración es el 5, con presencia del dictador  Primo de Rivera. Hasta su instalación en la vivienda de director de la Academia, vive el matrimonio Franco en la calle Costa y, con ellos, además de su hija Carmencita, los jóvenes cuñados -hermanos de su esposa Carmen Polo- Zita (que se hace novia del abogado Ramón Serrano Suñer) y Felipe. A pesar de que el trabajo le absorbe mucho, y de su particular misantropía, Franco asiste con alguna frecuencia a reuniones y fiestas de la alta sociedad gracias a su amistad con Francisco Urzaiz y Leonor Sala -que años más tarde donarán las dos torres nuevas del Pilar-, con los condes de la Salceda (él, Francisco Rivas y Jordán de Urriés) o el interventor de Hacienda, López Ondé. De vez en cuando, cenan en «La Maravilla», van al teatro, al Pilar, o  con compañeros y amigos, a cazar a los Monegros, cuando es temporada. Es decir, como cualquier otra familia de la alta burguesía zaragozana, en la que se encuentran perfectamente instalados, con bastante discreción. Las fotos del general las seguirá haciendo siempre su fotógrafo de entonces en la calle Alfonso: Jalón Ángel y sus zapatos, los encargará durante muchos años a un comercio de la calle de San Gil. El año 1930, ya desaparecida la Dictadura, es de una gran actividad para Franco, ya en perfecto rodaje la Academia. El 5 de junio, el rey Alfonso XIII y el general Berenguer presiden la clausura; el 8 de octubre reciben la visita del príncipe de Asturias, D. Alfonso, y el 26 la del ministro de la Guerra de la República francesa, M. Maginot, quien, a propuesta de Pétain, le impone las insignias de comendador de la Legión de Honor por su actuación en Alhucemas.
Cuando, la noche del 12 al 13 de diciembre, llegan noticias a Zaragoza de la "sublevación de Jaca", el general Franco se apresuró a ofrecer sus cadetes para ir a sofocar el intento; aunque por el momento no se le requirió en ese sentido, sacó sus fuerzas a la carretera para cortar, a la altura de Zuera, la comunicación Huesca-Zaragoza ante una eventual avanzada de los sublevados. Cuando, en marzo de 1931, forme parte del consejo de guerra que juzga a los compañeros de los fusilados Galán y García Hernández, deciden colegiadamente la condena a muerte (que no llegará a cumplirse) del capitán Sediles, cinco cadenas perpetuas y otras varias, así como seis absoluciones. Es conocida la situación de conflicto en que suceden los primeros días tras el 14 de abril de 1931, pues, a pesar de haberse proclamado la República -hacia la que Franco nunca ocultó sus escasas simpatías-, hasta el día 20 ondea en la Academia la bandera bicolor, en espera de «recibir instrucciones por escrito del nuevo capitán general». El 26 de abril se anula la convocatoria de ingreso en la Academia, lo cual es recibido con alarma en la prensa zaragozana. Cuando, el 30 de junio, aparece el decreto de disolución del centro, sorprende a Franco y los cadetes en el campamento base de prácticas de Canfranc, y aquél decide terminar el plan previsto. Sin embargo, el 14 de julio se clausura la Academia General Militar.
Después de su victoria la guerra, estuvo varias veces en Zaragoza alojándose´en el Monasterio de Cogullada y asistiendo a eventos, inauguraciones y visitas a El Pilar.
(En las imágenes, la calle General Franco, también conocida como Coso y, ahora, Conde Aranda, en Zaragoza).

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