Hace un par de días, un amigo me regaló un par de gallinas inglesas de esas que picotean por el campo y comen trigo y maíz. Venían desplumadas, pero no limpias por dentro, así que lo primero que hice ayer, fue quitarles todas las partes del aparato digestivo y extraer el hígado y el corazón. Las troceé y les quité la grasa y la piel a los trozos que son más fáciles de limpiar, dejando los muslos y las alas tal cual. Saqué con mucho cuidado las pechugas -para comerlas a la plancha otro día- y las carcasas las guardé para hacer un caldo. Freí en la olla rápida los trozos de gallina en aceite de oliva virgen y, cuando estuvieron dorados, les incorporé una cebolla y media picada, una zanahoria a rodajas, un puerro, una rama de apio y un par de ajos. Tras rehogar las verduras, eché 6 o 7 bolas de pimienta y un chorreón de brandy, dejé que se evaporara el alcohol y añadí agua hasta cubrir los trozos de gallina. A los 3/4 de hora, abrí bajo el grifo la olla, comprobé que estaba tierna la carne e incorporé un huevo duro triturado -almendras no, que contienen mucho potasio- y perejil. Un poco de hervor con la tapa abierta y...a comer.
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