TAL DÍA COMO HOY DE...

Tropas franquistas en su avance hacia el frente levantino.

1938, la ofensiva franquista en el frente de Aragón se daba como concluida. El frente aragonés, que se había mantenido firme desde el inicio de la Guerra, en pocas semanas había caído de forma estrepitosa. Los republicanos se vieron separados en dos áreas y la repercusión de esta situación también causó una gran crisis gubernamental. El presidente del Gobierno Juan Negrín destituyó a Indalecio Prieto, ministro de Defensa y tuvo que formar un gobierno de concentración que incluía a los anarquistas de la CNT. Las tropas sublevadas estaban eufóricas tras la conquista de Teruel. Franco, contra pronóstico y con la crítica de alguno de sus generales (Yagüe fue separado), decidió atacar Valencia y no Barcelona como hubiese sido lo más lógico. Pero, noticias llegadas desde Cataluña de una posible intervención de Francia, fueron las causantes de que se tomara la decisión de ir al frente levantino. Los franceses habían abierto la frontera y esto hizo que pudiese entrar material bélico procedente de Rusia que estaba retenido en el país vecino. Muchos civiles aprovecharon esta circunstancia para exiliarse.
El frente de Aragón fue un duro palo para la República, se habían producido miles de muertos y prisioneros además de perder numeroso material bélico. También ocasionó la disolución y/o reestructuración de tres Cuerpos de ejército y varias divisiones y brigadas. Sin embargo, la entrada de nuevo armamento  elevó la moral de las tropas republicanas, mientras que las franquistas se vieron empantanadas por el lento avance; pero los éxitos en Aragón originarían que la República se resintiera de tal manera que ya no pudo recuperarse.