LA CIUDAD VISIGODA.-
S. V d.n.e.- Recordemos que durante este siglo, la ciudad había resistido los ataques de germánicos y bagaudas y que en el 472, la urbe pasó a manos del reino visigodo de Tolosa. Sin embargo, la guarnición germana era minoritaria frente a la hispanorromana que rondaría los 9.000 habitantes. Zaragoza seguiría conservando, en parte sus costumbres romanas, a pesar de que los francos vencieron a los visigodos a finales del siglo V, expulsándolos de la Galia y obligando a la élite a trasladarse en su totalidad a Hispania. Zaragoza sufrió ciertas rebeliones en la Tarraconense que le afectaron en cierta medida.
S. VI d.n.e.- A principios de siglo, en el 506, se produjo una nueva rebelión de un tal Pedro que fue sofocada y su cabeza expuesta en la ciudad para escarmiento de sus partidarios. A mitad de siglo un ejército franco al mando de Childeberto I y Clotario sitió Zaragoza y como no pudo vencer por las armas, la asedió por hambre. Cuenta la leyenda que los habitantes zaragozanos paseaban por las murallas la estola del oscense San Vicente Mártir (S. III d.n.e.) y que los francos levantaron el asedio a cambio de dicha estola y que ya en París, se depositó en la que luego sería la abadía de Saint-Germain-des-Prés. En el último cuarto del siglo, Zaragoza pasó por una fase de arrianismo hasta la conversión de los visigodos al catolicismo en el 589.
S. VII d.n.e.- La ciudad florece culturalmente gracias a varios obispos destacados como Máximo, Braulio...vinculados al monasterio de Santa Engracia, siendo junto a Sevilla (Isidoro) y Toledo (Eugenio), los centros culturales de la Hispania visigoda. Braulio sienta las bases jurídicas para la igualdad de visigodos e hispanorromanos y anima a Isidoro a escribir "Las Etimologías", participando en su división en capítulos.
Zaragoza fue también protagonista de las disputas entre Suintila y Sisenando. El primero se refugió en ella y, debido a circunstancias adversas, se rindió y Sisenando se proclamó rey de los visigodos en la urbe en el año 631. Hacia mitad de siglo, Froya, un noble rebelde logró devastar la Tarraconense y sitiar Zaragoza, pero, otra vez las murallas impidieron la entrada de los atacantes y dio tiempo a la llegada de las tropas de Recesvinto que los vencieron definitivamente y Froya fue ejecutado.
Muchos nobles visigodos ocuparon los antiguos fundos romanos -recuérdese que los visigodos no eran muy urbanitas, que digamos- y dieron origen a numerosas poblaciones cuyo nombre termina en los sufijos -en, -ena, -on...como Cariñena, Lucena, Grisén, Sariñena...
Si queréis ampliar conocimientos del legado visigodo en varios ámbitos, enlazad abajo:
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/la-poca-visigoda-0/html/00f49212-82b2-11df-acc7-002185ce6064_2.html
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