Los turcos (en la imagen de arriba) cada vez estaban más presentes en las aguas mediterráneas, ocasionando verdadero pánico en las poblaciones costeras. Los moriscos valencianos, aragoneses y granadinos empezaron a difundir una nueva reconquista de al-Andalus y en 1570 se descubrió que los aragoneses enviaban clandestinamente armas a los valencianos. Túnez y el presidio de La Goleta fueron conquistadas por los turcos en 1574 (en el mapa, de naranja) lo que hizo que en las mentes moriscas peninsulares se pensara ya en el primer paso de la reconstrucción del imperio perdido. Tal estaba la situación que, en 1575, se dio la orden de desarmar a los moriscos de las armas de fuego, aunque estos seguían creyendo en las profecías que auguraban una recuperación del Islam de los territorios conquistados a partir del S.VIII. Fueron años de euforia para los clandestinos musulmanes aragoneses y algunos alardeaban de su condición religiosa y celebraban representaciones teatrales en Maleján, Borja, Muel, Alfamén, Mezalocha...con gran alborozo de juglares y trompetas y disparos de arcabuces -pese a estar prohibidos-.
Llegaron incluso a iniciar contactos entre moriscos valencianos y aragoneses para, con la ayuda turca, realizar un levantamiento y restaurar el reino moro de Zaragoza. Los cabecillas fueron ejecutados.
En Villafeliche (Z) se descubrió un depósito de pólvora cuyo contenido, con la ayuda de los moriscos de Calanda, estaba destinado a suministrárselo a los turcos
Estas eran las impresiones de la época:
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