El XVI, efectivamente, a pesar de un siglo de crecimiento: demográfico (la población aumentó un 40%), económico, debido a las demandas americanas en productos agrícolas y ganaderos, la industria textil, la fabricación de armas y, en cierta medida, las ferrerías vascas, disminuyó la producción artesana y el crecimiento fue insuficiente y con bases muy endebles y escasamente competitivas comparadas con otros países europeos.
La llegada del oro americano, unido a la insuficiencia de la producción debido a la demanda, provocó una gran inflación y España se convirtió en un país importador de productos elaborados de Holanda o Inglaterra, convirtiéndose estas en grandes potencias económicas, mientras España quedaba atrás en la modernización de la industria. El oro y la plata que llegaban de América no fueron utilizados correctamente, pues se emplearon en numerosos conflictos bélicos que endeudaron al país y llegaron a producir la bancarrota de la Hacienda pública en un par de ocasiones al finalizar el siglo.Para colmo de males, a mitad del siglo las malas cosechas y la subida de impuestos, unido a las sumas dedicadas a las guerras,
sumieron a la población en una gran penuria donde solo vivía bien la clase privilegiada y una incipiente burguesía. El grueso de la gente, totalmente analfabeta, estaba formada por campesinos o pequeños artesanos que subsistían como podían. Dentro de ellos se encontraban los cristianos nuevos, (algunos judíos conversos y los mudéjares que también fueron obligados a convertirse y estar a disposición de los señores que en muchas ocasiones los trataban bastante mal, excepto en algunos señoríos de Aragón), además de estar constantemente vigilados por la Inquisición, instaurada, por cierto por los RR.CC., que también intervenía en los asuntos americanos.
En cuanto a la cultura y el arte, cabría destacar el papel del Santo Oficio prohibiendo cientos de libros que eran quemados públicamente; aún así, floreció la novela picaresca y Cervantes, a finales de siglo, ya estaba en activo, aunque "El Quijote" no vería la luz hasta 1605. Las universidades se dedicaban a la teologia y a las Letras y las Ciencias estuvieron abandonadas prácticamente -salvo la creación por Felipe II de la Academia de Matemáticas y la cátedra de Cosmografía de la Casa de Contratación. Con respecto al arte, destacar la figura de "El Greco" y Morales, la construcción del Palacio de Carlos V, junto a la Alhambra granadina, el monasterio de "El Escorial", mandado edificar por Felipe II, la fachada plateresca de la Universidad de Salamanca y algunas otras edificaciones de estilo renacentista.
Así pues, tampoco iba tan descaminada la Teresita.
sumieron a la población en una gran penuria donde solo vivía bien la clase privilegiada y una incipiente burguesía. El grueso de la gente, totalmente analfabeta, estaba formada por campesinos o pequeños artesanos que subsistían como podían. Dentro de ellos se encontraban los cristianos nuevos, (algunos judíos conversos y los mudéjares que también fueron obligados a convertirse y estar a disposición de los señores que en muchas ocasiones los trataban bastante mal, excepto en algunos señoríos de Aragón), además de estar constantemente vigilados por la Inquisición, instaurada, por cierto por los RR.CC., que también intervenía en los asuntos americanos.
En cuanto a la cultura y el arte, cabría destacar el papel del Santo Oficio prohibiendo cientos de libros que eran quemados públicamente; aún así, floreció la novela picaresca y Cervantes, a finales de siglo, ya estaba en activo, aunque "El Quijote" no vería la luz hasta 1605. Las universidades se dedicaban a la teologia y a las Letras y las Ciencias estuvieron abandonadas prácticamente -salvo la creación por Felipe II de la Academia de Matemáticas y la cátedra de Cosmografía de la Casa de Contratación. Con respecto al arte, destacar la figura de "El Greco" y Morales, la construcción del Palacio de Carlos V, junto a la Alhambra granadina, el monasterio de "El Escorial", mandado edificar por Felipe II, la fachada plateresca de la Universidad de Salamanca y algunas otras edificaciones de estilo renacentista.
Así pues, tampoco iba tan descaminada la Teresita.
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